Es notoria la campaña de criminalización contra fiscales que han investigado a corruptos, tanto que parece que han logrado que algunos fiscales prefieran irse antes que les inventen casos. Y es que la nueva Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) parece que dedicarse a defender a delincuentes ya no es un secreto.
El último caso ocurrió con el fiscal Fernando Aldana quien estaba a cargo del caso del financiamiento electoral ilícito de la UNE quien fue trasladado hacía otra fiscalía. Aldana también participó en la investigación del caso conocido como “traficantes de influencias”
Desde el MP se informó que fue el propio Aldana quien solicitó su traslado a finales del mes de mayo. Sin embargo es conocido el constante acoso de los son víctimas los fiscales que tuvieron a cargo casos de corrupción.
Por ejemplo en febrero pasado cuatro fiscales y auxiliares fiscales que tuvieron a cargo el caso de Comisiones Paralelas 2020 fueron detenidos. Aunque un juez dio falta de mérito para tres de ellos.
Otro caso paradigmático es la detención de la fiscal Virginia Laparra, jefe de la FECI en Quetzaltenango, quien está siendo procesada por haber denunciado a un juez que dio información privilegiada a un abogado.
El más reciente caso de criminalización fue la detención de la fiscal Samari Gómez a quien el MP acusa de tener amistad con el exfiscal Juan Francisco Sandoval y fue vinculada al caso del periodista José Ruben Zamora.