Como no podía ser de otra forma, Guatemala no avanza ni tiene buenos resultados en la lucha contra la corrupción, estado de democracia y transparencia, así lo refleja un informe presentado por el Observatorio Ciudadano de Corrupción que midió varios rubros.
El país se comprometió en la Cumbre de las Américas (2018) a mantener una lucha frontal contra la corrupción, pero desde esa fecha sólo se han visto retrocesos en todos los ámbitos. Lo que manda una mala señal del país hacia la comunidad internacional.
Fueron cinco categorías las evaluadas. Las que peores resultados tuvieron fueron democracia, justicia y garantía de transparencia que tuvieron un resultado menor al 50% de la calificación. Un reflejo de lo que ocurre en el país con unas cortes al servicio de la mafia y un Ministerio Público que sirve a grupo oscuros.
Además se reportó falta de independencia judicial, cierre de espacios para organizaciones civiles, reformas a la ley de organizaciones no gubernamentales y la inexistencia de políticas anticorrupción. Además de un sistema creciente de corrupción en obras públicas en el país. Algo que ya demostraron CICIG y FECI con las investigaciones que evidencian las sumas millonarias que cobran los funcionarios para adjudicar obras.
Una de los puntos más importantes en el que se debe mejorar, es lo que la CICIG llamó “el pecado original”, el financiamiento electoral. Donde se comprobó que no se ha implementando las reformas necesarias y las que se han llevado a cabo no han demostrado un cambio para frenar el ocultamiento del financiamiento irregular.
