En una alarmante demostración de desinterés por la transparencia y la rendición de cuentas, los diputados del Congreso de la República eligieron y juramentaron a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en apenas dos horas, el 3 de octubre de 2024. Este proceso, que debería haber incluido evaluaciones y entrevistas a los aspirantes, se llevó a cabo sin ninguna revisión de la integridad de los mismos. La celeridad de la votación ha despertado serias preocupaciones sobre la idoneidad de los nuevos magistrados para el periodo 2024-2029.
A pesar de las promesas de transparencia, la elección se realizó en medio de acuerdos ocultos entre legisladores, quienes decidieron no presentarse a la sesión del hemiciclo hasta tener claros los pactos necesarios para integrar la CSJ. Este tipo de negociaciones opacas es un golpe directo a la confianza pública en el sistema judicial.
Los magistrados de la CSJ electos
La votación finalizó con la elección de los siguientes trece magistrados:
- Carlos Rodimiro Lucero Paz – 159 votos
- Claudia Lucrecia Paredes Castañeda – 154 votos
- Gustavo Adolfo Morales Duarte – 110 votos
- Jenny Noemy Alvarado Tení – 104 votos
- Igmaín García Pimentel – 140 votos
- Flor de María Gálvez Barrios – 154 votos
- Carlos Ramiro Contreras Valenzuela – 156 votos
- Flor de María García Villatoro – 158 votos
- Clemen Vanessa Juárez Midence – 114 votos
- Teodulo Ildefonso Cifuentes Maldonado – 139 votos
- Estuardo Adolfo Cárdenas – 156 votos
- Luis Mauricio Corado Campos – 123 votos
- René Guillermo Girón Palacios – 158 votos
Magistrados con señalamientos
Entre los nuevos magistrados se encuentran nombres cuestionados por su vínculo con la corrupción judicial. Carlos Rodimiro Lucero Paz, señalado en el caso Comisiones Paralelas 2014, y Flor de María Gálvez Barrios, junto con Luis Mauricio Corado Campos, involucrados en el caso de 2020, son solo algunos ejemplos de cómo la nueva CSJ podría estar en manos de personajes con antecedentes dudosos. Esta situación fue señalada por el exfiscal anticorrupción, Juan Francisco Sandoval, quien criticó la elección y su falta de escrutinio.
Según Sandoval, nueve de los 13 magistrados electos ya estaban «negociados» en los listados del caso Comisiones Paralelas 2020. Mientras tanto, la exfiscal general Thelma Aldana expresó: «Por sus resoluciones como magistrados de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, los conoceremos. Algunos tendrán la oportunidad histórica de regresar a caminar por el sendero de la justicia. Ojalá que los otros se alejen del pacto de corruptos».
Por su parte, el exjuez Carlos Ruano manifestó: «La Corte Suprema de Justicia del OJ 2024-2029 tiene la responsabilidad de recuperar la credibilidad y confianza ciudadana en la administración de justicia. Ya no más magistrados y magistradas nefastas al estilo ‘cuchis, pelucas y consuelo de corruptos'».
Aliado de Consuelo Porras quedó fuera
Por otro lado, el fiscal Dimas Jiménez, cercano a la fiscal general Consuelo Porras, no logró los votos necesarios, obteniendo solo 65. Su intento de obtener apoyo en el Congreso pone de manifiesto las intrigas y la manipulación detrás de la selección de magistrados. La presencia de funcionarios del Ministerio Público en el Legislativo para respaldarlo solo alimenta las sospechas sobre la colusión entre el poder legislativo y el judicial.
La rapidez con la que se realizó esta elección, sin las debidas evaluaciones, plantea un panorama desolador para la justicia en el país. La sociedad merece un sistema judicial en el que los magistrados sean seleccionados por su integridad y compromiso con la ley, no por conveniencias políticas. La falta de transparencia y los vínculos con la corrupción solo perpetúan un ciclo de desconfianza y debilidad institucional que debe ser urgentemente abordado.