Mario Estuardo Hichos Bracamonte, nombrado en septiembre de 2024 como juez titular del Juzgado Segundo Penal “B”, se ha convertido en una figura polémica dentro del sistema de justicia guatemalteco. Antes de asumir este cargo, se desempeñó en el Tribunal de Sentencia Penal de Delitos de Extorsión del departamento de Guatemala. Sin embargo, su historial familiar y sus decisiones judiciales recientes han generado serias dudas sobre su compromiso con la justicia.
Hichos Bracamonte es sobrino del fallecido exdiputado Baudilio Hichos, quien enfrentó acusaciones de corrupción por la antigua Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) y señalamientos por desapariciones forzadas durante el conflicto armado interno. Además, Mario Hichos ha sido señalado por su presunta participación en actos de corrupción orquestados en Chiquimula, lo que pone en tela de juicio su independencia y ética profesional.
Mario Hichos ha beneficiado a actores corruptos
Desde su nombramiento como juez titular del Juzgado Segundo Penal “B”, Hichos Bracamonte ha beneficiado a actores clave en casos de corrupción, favoreciendo el cierre de procesos penales emblemáticos. Un ejemplo alarmante es el caso Transurbano, donde múltiples figuras políticas y empresariales han sido señaladas por desviar millones de quetzales en un proyecto fallido de transporte público que perjudicó a miles de guatemaltecos.
En primera instancia, Hichos benefició a Gustavo Adolfo Alejos Cámbara, acusado de fraude y lavado de dinero en el caso Transurbano. Luego, favoreció a Manuel Baldizón, al sobreseerlo dentro del mismo expediente.
Finalmente, el 18 de diciembre de 2024, cerró el proceso penal contra nueve exministros del gobierno de Álvaro Colom. Durante la audiencia, Hichos argumentó que no existían elementos suficientes para llevarlos a juicio, dejando en libertad a Salvador Gándara, Ana Ordóñez, Alfredo Pokus, Celso Cerezo, Jerónimo Lancerio, Erasmo Velásquez, Abraham Valenzuela, Edgar Rodríguez y Mario Aldana.
Estas decisiones han generado indignación en amplios sectores de la sociedad, quienes perciben que la justicia guatemalteca continúa siendo manipulada para proteger a los poderosos mientras prevalece la impunidad. La figura de Mario Hichos Bracamonte se consolida como un símbolo del debilitamiento del estado de derecho y de un sistema judicial al servicio de intereses oscuros.