El escándalo en torno al Ministerio Público (MP) se agudiza, y en el centro de esta controversia se encuentra la fiscal regional Cinthia Monterroso. La falta de transparencia del MP, encabezado por Consuelo Porras, plantea serias preguntas sobre la integridad de la justicia en el país y la protección de quienes operan en su interior.
Recientemente, el MP se mostró reacio a proporcionar información sobre las múltiples denuncias que pesan sobre Monterroso. En lugar de ofrecer claridad, se limitó a confirmar la existencia de estas denuncias sin detallar si han sido desestimadas, archivadas o se encuentran bajo investigación. Esto es inaceptable en una institución que debería ser un pilar de la justicia y la transparencia.
Un Ascenso cuestionable el de Cinthia Monterroso
Monterroso ha estado involucrada en casos polémicos que le valieron ser incluida en la lista de actores corruptos de Estados Unidos, además de estar vetada por países de la Unión Europea. A pesar de estos graves señalamientos, fue promovida en septiembre de 2023 por Porras para dirigir la sede regional del MP en Zacapa, un hecho que deja entrever una complicidad alarmante entre la fiscal general y sus fiscales más cercanos.
La fiscal ha sido objeto de denuncias penales en varias ocasiones, tanto por su exjefe Juan Francisco Sandoval como por la exjueza Erika Aifán. Sin embargo, las investigaciones en su contra parecen haberse estancado, lo que refuerza la percepción de impunidad que rodea al MP.
Sandoval denunció a Monterroso en 2019 por haber utilizado su cargo para investigar de manera indebida los movimientos de una tarjeta de crédito, un acto que, de ser confirmado, representa un abuso de poder inaceptable.
Denuncias ignoradas
La situación se complica aún más con una segunda denuncia presentada por Sandoval en 2020, donde Monterroso requirió información sobre abogados relacionados con un caso de corrupción en el que no tenía competencia. A pesar de que esto debió haber desencadenado una investigación, la inacción del MP indica una cultura de protección hacia aquellos dentro de sus filas.
La exjueza Aifán también solicitó en 2021 la apertura de un expediente contra Monterroso por posible obstrucción de la justicia. Aifán argumentó que Monterroso había sustraído evidencia crucial de un caso, una acusación que subraya la gravedad de la situación en el MP.
Un sistema en crisis
El caso de Cinthia Monterroso es un reflejo de la crisis de confianza que enfrenta el sistema de justicia en Guatemala. Las denuncias sin resolver, el ascenso de figuras cuestionadas y la falta de rendición de cuentas son síntomas de una institución que, en lugar de defender la ley, parece estar más interesada en proteger a sus propios miembros.
La falta de respuesta del MP y su negativa a investigar a uno de sus propios fiscales generan una alarmante sensación de impunidad y socavan los principios de justicia y equidad. La ciudadanía merece una explicación clara y contundente sobre el manejo de estas denuncias, así como garantías de que se tomarán las medidas necesarias para restaurar la confianza en la institución.
Con información de LaHora: MP no responde por avances y estado de denuncias contra Cinthia Monterroso, la protegida de Porras