
El informe de Reporteros sin Fronteras (RSF), presentado el 23 de enero de 2025, evidencia que, a pesar de algunas acciones positivas del gobierno de Bernardo Arévalo, la criminalización contra la prensa sigue siendo una realidad en Guatemala. Este informe, correspondiente al primer año de gobierno del actual presidente, arroja un panorama sombrío en el que las amenazas, agresiones y la corrupción en el sistema judicial continúan dificultando la labor de los medios de comunicación en el país.
De acuerdo con el balance de RSF, la persistencia de las agresiones contra los periodistas se ve reflejada en amenazas provenientes de autoridades del Ministerio Público, encabezado por Consuelo Porras, y de las fuerzas de seguridad, así como en ataques de carácter legal. Estos hechos han llevado a muchos periodistas a la autocensura, lo que ha afectado gravemente la calidad de la información disponible para el público. Según datos proporcionados por el medio Expediente Público, al menos 11 periodistas enfrentaron procesos judiciales en 2024.
Caso contra el periodista Juan Luis Font
Un caso destacado es el de Juan Luis Font, director de ConCriterio, quien se vio obligado a abandonar el país en 2022 debido a las amenazas que recibía. A día de hoy, Font continúa su labor informativa desde el extranjero.
Otro ejemplo alarmante es el del periodista Diego España, de diario La Hora, quien ha sido objeto de investigaciones judiciales y de intentos de la Policía Nacional de acceder ilegalmente a sus datos personales.
Avances en la gestión de Arévalo a favor de la prensa
Aunque la situación es preocupante, el informe también destaca algunos avances en la gestión del gobierno de Arévalo. Se señala la regularización de las conferencias de prensa, el acceso más abierto a la información gubernamental y la invitación al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE). Esto último, la primera visita en ocho años, representó una muestra de apertura del gobierno hacia los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos.
Otro punto positivo que se resalta es la firma de la Declaración de Chapultepec en noviembre de 2024 y la mejora de las condiciones del periodista José Rubén Zamora, quien permaneció en prisión preventiva. Sin embargo, estos avances no son suficientes para contrarrestar la grave situación de criminalización que enfrentan los periodistas.
RSF hace llamado a Bernardo Arévalo
RSF llama a la administración de Arévalo a implementar una política de protección para los defensores de derechos humanos y los trabajadores de los medios de comunicación. Además, enfatiza la necesidad urgente de frenar el abuso del sistema judicial como herramienta de represión contra los periodistas. El caso de José Rubén Zamora, señala el informe, es un claro ejemplo de cómo el sistema judicial puede ser utilizado para acosar y silenciar a los periodistas.
Para garantizar una libertad de prensa plena, RSF pide al gobierno de Guatemala que reconozca el papel esencial del periodismo en una democracia, combata la retórica que desacredita a los periodistas y refuerce la capacidad de las fuerzas de seguridad para investigar y procesar los delitos contra la prensa. La organización también subraya la importancia de garantizar que los responsables de agresiones contra periodistas enfrenten la justicia.
El informe de RSF también hace un llamado a la comunidad internacional para que siga monitoreando la situación de la libertad de prensa en Guatemala. En 2024, la organización visitó varias veces el país para evaluar las condiciones en las que los periodistas realizan su trabajo, confirmando que, aunque algunos pasos hacia la libertad de expresión se han dado, la criminalización sigue siendo una amenaza latente que debe ser enfrentada con urgencia.
La crítica a la criminalización de la prensa en Guatemala es una llamada de atención a las autoridades y a la sociedad en general para que se proteja el derecho a la libre expresión y se asegure que los periodistas puedan realizar su labor sin temor a represalias.