En su reciente columna publicada en Epicentro Guate, el exjefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, analiza cómo las resoluciones judiciales recientes demuestran que la justicia en Guatemala continúa operando al servicio de la corrupción y la impunidad, mientras persigue a quienes denuncian estas prácticas. Impunidad en casos históricos
Sandoval expone cómo la anulación del caso CREOMPAZ, que documenta la desaparición forzada de 558 personas durante el conflicto armado interno, refleja una acción coordinada entre la Sala Segunda de Apelaciones y la fiscal general, Consuelo Porras, para garantizar la impunidad.
Justicia persigue a figuras incómodas
De igual forma, señala la reciente resolución de la Corte de Constitucionalidad que benefició a Manuel Baldizón en el caso de financiamiento ilícito, ignorando las pruebas sobre el desvío de Q6.5 millones de fondos públicos. Justicia como herramienta de persecución
Por otro lado, Sandoval critica cómo el sistema judicial persigue a figuras incómodas. Ejemplos recientes incluyen la orden de retorno a prisión del periodista José Rubén Zamora, basada en fundamentos falsos, y los allanamientos ilegales contra el exministro Félix Alvarado, en clara violación de derechos humanos.
Un llamado a la acción
Sandoval concluye que el sistema de justicia en Guatemala sigue siendo controlado por fuerzas de la impunidad, operando bajo un esquema de “gatopardismo”: aparentes cambios que solo perpetúan el statu quo.
La columna, publicada en Epicentro Guate, subraya la urgente necesidad de reformar el sistema judicial para garantizar que sirva a la justicia, no a los intereses corruptos.