El artículo de Plaza Pública analiza a la actual fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, y su influencia en la política del país. Porras ha acumulado poder e influencia en su cargo y muestra una personalidad enigmática, alternando entre tonos agresivos y amigables. A pesar de inicialmente menospreciar las redes sociales, ahora las utiliza activamente. Además, destaca su fe católica y el respaldo de sectores conservadores locales.
El artículo también hace un llamado al Cacif (Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras) y otros sectores conservadores a no hacerse los desentendidos ante las irregularidades legales en curso, ya que podrían enfrentar consecuencias negativas en el futuro. Además, destaca la importancia de la Corte de Constitucionalidad en este contexto, instándola a tomar medidas para corregir las acciones que amenazan el sistema de partidos políticos y el debido proceso.
En última instancia, se señala que el presidente Giammattei parece jugar en dos frentes, mostrando una postura diferente ante la comunidad internacional y ante la política local. Se sugiere que existe un plan golpista para destituir a Arévalo a través de un antejuicio y aprovechar esa vacante para nombrar un nuevo presidente. Aunque no está garantizado que tengan éxito, Porras y otros actores están decididos a seguir adelante con esta estrategia.
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