Blanca Stalling, magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), personifica una historia marcada por los altibajos de la justicia guatemalteca en la última década, especialmente desde la llegada en 2007 de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Esta comisión, colaborando con el Ministerio Público (MP), abordó casos inéditos de corrupción y estructuras políticas corruptas.
En 2017, Stalling se encontró en el centro de la atención cuando la CICIG y la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) la investigaron por presuntamente utilizar su cargo para influir en un caso de corrupción que involucraba a su hijo, Otto Fernando Molina Stalling. Este enfrentaba acusaciones de recibir comisiones ilegales en un esquema de corrupción en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
El exjuez Carlos Ruano, conocido internacionalmente por su lucha anticorrupción, denunció a Stalling y afirmó que su persecución política y posterior exilio se debían a la magistrada.
Ruano acusó a Stalling de interferir en el caso de corrupción relacionado con su hijo en 2016, lo que resultó en su forzada renuncia y temores por su seguridad.
La magistrada, disfrazada y con peluca, fue detenida en febrero de 2017 y liberada en agosto de 2018 después de negociar con una jueza suplente. En 2022, un juez cerró el caso.
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Blanca Stalling se benefició y se vengó con la salida de CICIG
La CICIG fue expulsada por el expresidente Jimmy Morales, quien también enfrentó investigaciones por financiamiento electoral ilícito. El sucesor de Morales, Giammattei, aliado con la fiscal general Consuelo Porras, revirtió investigaciones de corrupción y aumentó la persecución política. La magistrada Stalling se benefició de estos cambios.
En 2022, la CSJ ordenó la reinstalación de Blanca Stalling, a pesar de ser incluida en la Lista Engel del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE. UU.), vinculándola con actos significativos de corrupción.
El 28 de agosto de 2023, Claudia González, quien había investigado a Stalling, fue arrestada por abuso de autoridad tras una denuncia de la magistrada. La exinvestigadora de la CICIG, denunció la absurda acusación, destacando que nunca fue funcionaria pública.
Las alianzas de Blanca Stalling
Juan Francisco Sandoval, exjefe de FECI, argumentó que el arresto de González es una continuación de la persecución y venganza contra quienes lucharon contra la corrupción en Guatemala. El exfiscal, exiliado en Washington, vivió allanamientos en su hogar en coincidencia con el arresto de González.
“La detención de Claudia González efectivamente constituye la continuidad y la alzada de la persecución en nuestra contra, la continuación de la venganza contra quienes desnudamos la gran corrupción”, declaró Sandoval.
El arresto de Claudia González, cree el exjefe de FECI, fue una forma en que el MP de Porras intentó “mostrar músculo” en medio de su creciente soledad. Afortunadamente, la exmandataria CICIG recuperó su libertad en noviembre de 2023.
Blanca Stalling ha consolidado una estrecha alianza con figuras como Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Fredy Orellana y Jimi Bremer, desafiando de manera persistente las críticas y preservando su influencia en el escenario judicial guatemalteco.
Esta conexión, lejos de abordar las preocupaciones sobre transparencia y corrupción, parece contribuir a la persistencia de la controversia y acentuar los desafíos en la lucha contra la corrupción que sigue definiendo el panorama legal de este país.