El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó este 27 de diciembre una lista de actores corruptos y antidemocráticos, destacando los casos de Jorge Mondal Chew, expresidente del Banco de los Trabajadores (Bantrab), y Claudia Elizabeth Paniagua Pérez, magistrada de la Corte de Constitucionalidad (CC). Ambos figuran en el informe al Congreso estadounidense por señalamientos de corrupción significativa que cuestionan la integridad del sistema judicial y democrático guatemalteco.
Los señalamientos
En el caso de Mondal, Estados Unidos lo acusa de sobornar a magistrados de la Corte de Constitucionalidad con el objetivo de mantenerse en su puesto como presidente del Bantrab. Este señalamiento está respaldado por el contexto de su renuncia forzada en septiembre de 2024, junto con Luis Suárez, tras una resolución definitiva de la CC que rechazó su solicitud de amparo para continuar en sus cargos.
Por otro lado, Paniagua, quien también ejerce como asesora de municipalidades, es señalada por aceptar sobornos a cambio de emitir fallos favorables desde su posición como magistrada de la CC. Este tipo de prácticas no solo minan la credibilidad de la Corte, sino que confirman la captura de instituciones clave en el sistema de justicia guatemalteco.
Corrupción y sus impactos en la democracia
La inclusión de estas figuras en la lista de sancionados por corrupción evidencia una constante: la persistente relación entre el poder político y económico con la manipulación de las instituciones públicas en Guatemala. El caso de Paniagua es particularmente preocupante, ya que el informe al Congreso destaca que sus acciones como magistrada de la CC han sido impulsadas por intereses personales, lo que deja en evidencia un sistema que privilegia la corrupción por encima de la justicia.
Mondal, por su parte, encarna el abuso del poder económico para controlar espacios clave de decisión. Su estrategia de mantenerse en el Bantrab a través de sobornos refleja la falta de controles efectivos para impedir el saqueo de recursos y la manipulación institucional en detrimento de la ciudadanía.
Estados Unidos intensifica la presión
El listado forma parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos para sancionar a individuos que socavan las instituciones democráticas y perpetúan la corrupción. En el caso de Guatemala, el informe deja claro que figuras de alto perfil siguen siendo parte de un entramado de poder que dificulta la recuperación de la justicia y el Estado de derecho.
El informe será presentado ante los comités de Asuntos Exteriores y Judicial tanto de la Cámara de Representantes como del Senado estadounidense, lo que asegura que las acciones de Mondal y Paniagua seguirán bajo el escrutinio internacional.
¿Qué sigue para Guatemala?
La presencia de Paniagua y Mondal en este listado no solo es un golpe reputacional para ellos, sino que también refuerza la percepción de que Guatemala carece de una justicia independiente. En un país donde los actores corruptos encuentran refugio en un sistema judicial cooptado, estas sanciones internacionales son una señal de que la comunidad internacional sigue observando.
Sin embargo, el reto permanece: ¿cómo puede Guatemala deshacerse de los funcionarios que han hecho de la corrupción un modus operandi? La respuesta no está solo en la presión externa, sino en un esfuerzo interno por reformar y depurar las instituciones que deberían proteger a la ciudadanía, pero que hoy parecen estar al servicio de quienes las saquean.