Durante el periodo 190 de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), celebrado el 11 de julio de 2024, se abordó la crítica situación de los periodistas de Guatemala y de América Latina en el exilio y su impacto en la libertad de expresión. Este fenómeno se ha vuelto alarmante en un país donde la represión y la criminalización de la labor periodística se han intensificado.
La periodista guatemalteca, Lucía Escobar, que participó en la audiencia expuso los múltiples desafíos que enfrentan aquellos que se ven forzados a abandonar el país. Desde la burocracia institucional hasta la discriminación y el racismo, los obstáculos son significativos.
“Continúa la tendencia de criminalización de periodistas, tanto hombres como mujeres, por parte de los operadores de justicia en Guatemala”, denunció.
Cintia Alba, de Artículo 19 de México y Centroamérica, enfatizó que la única manera de que los periodistas en el exilio puedan regresar es si cesa la criminalización y se mejora el acceso a expedientes penales.
La perspectiva de la CIDH por periodistas en el exilio
Pedro Vaca, relator especial de Libertad de Expresión de la CIDH, advirtió que, contrariamente a las expectativas de que el exilio de periodistas terminara pronto, la situación ha empeorado. “El exilio resulta muy conveniente para quienes buscan censurar”, afirmó Vaca, señalando la indiferencia del Estado ante la protección de los periodistas.
La desconexión de los periodistas con sus fuentes de información genera vacíos informativos críticos. “Esto afecta a la sociedad, que se ve privada de información precisa, y organismos como la CIDH necesitan datos sobre lo que ocurre en entornos autoritarios”, agregó.
Consecuencias para la sociedad
La incapacidad de los periodistas para reportar desde su país de origen crea un espacio que puede ser llenado por propaganda y desinformación, lo que compromete la calidad y veracidad de la información. La situación actual ha hecho que el ejercicio del periodismo se vuelva cada vez más difícil para los periodistas de Guatemala en el exilio.
El relator también subrayó la necesidad de aumentar el apoyo a los periodistas exiliados, quienes enfrentan el reto de reconstruir sus vidas en un nuevo contexto. “Es fundamental brindarles las herramientas necesarias para seguir contando historias y luchando por la verdad”, concluyó Vaca.
La situación de los periodistas de Guatemala y de América Latina en el exilio es un fenómeno que no solo pone en riesgo la libertad de expresión, sino que también amenaza la democracia misma. Es crucial que la comunidad internacional y los ciudadanos guatemaltecos se unan para exigir la protección de las voces críticas y el respeto a los derechos humanos en el país.